La luna, las estrellas, los planetas y la inmensidad del espacio son un tema recurrente en los intereses de los más pequeños. Desde muy pronto sienten fascinación por los misterios del universo y nuestro hijo pequeño no ha sido una excepción. En los últimos cuatro meses hemos hecho un máster en astronomía para poder (intentar) contestar a todas sus preguntas y le hemos acompañado en la búsqueda de libros, imágenes y materiales que apoyasen sus ganas de saber. Ser padres nos ayuda a menudo en nuestro crecimiento como profes, así que ya sabéis porqué este mes de enero decidimos ofrecer en los talleres toda la magia de la noche a nuestros alumnos desde una perspectiva musical.
¿Quieres saber en qué nos inspiramos?
Lo primero que elegimos cuando preparamos las propuestas es, obviamente, la música que vamos a utilizar. Canciones, recitados y audiciones que nos inspiren por las sensaciones que sugieren o por la temática de las letras. ¿Y cuál es la primera canción infantil que os viene a la cabeza? Sí, por supuesto, «estrellita» no podía faltar. ¿Conocéis estas deliciosas variaciones de Mozart?
Siguiendo dentro del repertorio clásico seleccionamos esta pieza de Satie para flotar y bailar sin gravedad. Dime que no te sientes un poco como Neil Armstrong 😉
También hubo canciones relacionadas con la luna, algunas más tradicionales que convertimos en recitados…
… Y otra menos conocidas en España, que finalmente descartamos en favor de una canción propia creada para la ocasión, pero que no podemos dejar de compartir por lo bella que es.
Por supuesto el juego con la luz y la oscuridad era imprescindible, así que nos hicimos con la lámpara más bonita del mundo para que iluminase nuestras clases… (Si también te has enamorado, pincha en la foto para comprarla :P)
Telas, fieltro, linternas y un poquito de imaginación hicieron el resto. Y cuentos, muchos cuentos bonitos para terminar unas sesiones inolvidables. Gracias por la complicidad, familias.